Este nuevo dispositivo diseñado por un equipo de investigadores de la Universidad de Bath, Reino Unido, permite medir el nivel de glucosa a través de la piel, lo que podría hacer que millones de diabéticos en el mundo eviten los pinchazos para realizar las mediciones periódicas.
La diabetes tipo 2, padecida por alrededor de 400 millones de personas en el mundo, es una enfermedad causada por la incapacidad del organismo de producir cantidades suficientes de insulina o de usar esta hormona de forma apropiada, lo que provoca que la sangre transporte un exceso de glucosa.
Según un estudio publicado por Nature Nanotechnology, este innovador dispositivo consiste en un parche que extrae la glucosa del fluido entre las células a través de los folículos pilosos, a los que accede individualmente gracias a unos sensores en miniatura que utilizan una pequeña corriente eléctrica. La glucosa se acumula en pequeños reservorios y se mide, pudiendo realizar lecturas cada 10 o 15 minutos a lo largo de varias horas
De esta forma, el parche no necesita ser calibrado con una muestra de sangre, lo que significa que gracias a él los molestos y dolorosos pinchazos en el dedo ya no serían necesarios.
Los creadores del dispositivo, que tiene la capacidad de enviar mediciones regulares del nivel de glucosa al celular del usuario y alertar si es necesario tomar alguna medida, esperan que su invento pueda convertirse en un instrumento de bajo coste que facilite la vida de diabéticos de todo el mundo.
El investigador Richard Guy expresó que el dispositivo es «una contribución esencial en la lucha por combatir la incidencia mundial cada vez mayor en la diabetes», y señaló que, a su juicio, este avance supone casi una despedida a los pinchazos.
Durante la fase de creación, el equipo probó el parche tanto en piel de cerdo, donde se demostró que podía leer de manera precisa los niveles de glucosa en todo el rango observado en pacientes humanos diabéticos, como en personas voluntarias, en los que también pudo monitorear las variaciones de azúcar en sangre a lo largo del día.
El próximo paso será mejorar el diseño del parche para así optimizar el número de sensores en el dispositivo y demostrar su total eficacia durante un periodo de 24 horas, así como realizar nuevos ensayos clínicos fundamentales para su etapa final.