En el marco de la Semana de las Mipymes y Cooperativas, es oportuno reflexionar sobre el papel fundamental que juega la colaboración empresarial en el crecimiento de nuestras pequeñas y medianas empresas, y cómo la asociatividad no solo fortalece a cada pyme individualmente, sino que además contribuye al desarrollo sostenible de toda la región.
Hace pocos días, tuvimos la oportunidad de participar en el lanzamiento del primer año de un programa Red Proveedores, apoyado por Corfo, que implementará un plan de trabajo para mejorar la productividad, competitividad y sostenibilidad de un grupo de productores agrícolas de achicoria industrial que proveen a Beneo Orafti, en la Región de Ñuble.
Los productores participantes recibirán capacitación para optimizar su gestión empresarial y adoptar mejores prácticas en el manejo agronómico y productivo del cultivo de achicoria, con el objetivo de desarrollar una producción más sostenible, de baja huella de carbono y conforme a normativas internacionales. Este enfoque no solo beneficiará directamente a los agricultores, al aumentar su capacidad productiva y cumplir con los altos estándares de su principal comprador, sino que también a Orafti, que se asegurará de obtener productos de alta calidad con un menor impacto ambiental.
Este caso, al igual que el de empresas que han accedido a otros programas de Corfo que incentivan la asociatividad, como Red Mercados, Red Asociativa y Red GTT, ejemplifica cómo la colaboración empresarial puede ser una herramienta poderosa para el ecosistema productivo regional. Por un lado, permite a empresas con objetivos comunes alcanzar metas ambiciosas, como la sostenibilidad y la innovación tecnológica; y por otro, promueve el desarrollo y fortalecimiento de un tejido productivo capaz de satisfacer las demandas locales, adaptarse a las transformaciones del mercado y expandirse a clientes internacionales.
Como el grupo de apicultores de Ñuble, que gracias a un Red Mercados participó en una misión comercial a España, que contempló su intervención en la Feria Alimentaria de Barcelona, y que les permitió asistir a un encuentro en Lima, para intercambiar conocimientos y experiencias con sus pares peruanos. Ambos eventos no sólo conectaron a los empresarios de Ñuble con potenciales colaboraciones y negocios, sino que también les permitieron conocer nuevas tendencias y posicionar sus productos a nivel internacional.
Un ejemplo adicional de éxito colaborativo es el de Vinos de Patio, exportadora de avellano europeo y principal proveedora de Ferrero, que ha trabajado durante años con productores de la Región de Ñuble para estandarizar la calidad del avellano europeo y asegurar su venta a nivel internacional. A través de programas Corfo, ha logrado articular a pequeños y medianos productores, impulsando el crecimiento sostenible de la industria y fortaleciendo el posicionamiento de Chile en el mercado global.
Desde Corfo, seguiremos impulsando programas que promuevan la asociatividad, convencidos de que trabajar juntos es la clave para construir una región más competitiva y sostenible.