HISTORIA DE COMERCIANTES AMBULANTES: ESFUERZO Y TRABAJO PARA DEJAR ATRÁS LA INFORMALIDAD
Juanita, Luis y Erasmo son tres historias de vida y esfuerzo que se conjugan en una actividad: venta de frutas y verduras en el centro de Chillán. Son tres ejemplos de quienes optaron por dejar atrás la informalidad, pagar sus impuestos y ofrecer sus productos con permiso municipal.
Cada uno es reconocido y con clientela fiel. Llevan entre 7 y 12 años en sus carros ubicados en calle Maipón, El Roble e Isabel Riquelme respectivamente. Aseguran que el permiso formal les brinda mayor seguridad y marca diferencia de quienes se paran en las esquinas y deambulan por distintas calles huyendo de las autoridades y controles policiales.
Cómo medio de comunicación hemos querido centrarnos en aquellas historias positivas de personas que cumplen con los requisitos y obligaciones que la ley y los distintos organismos piden para los comerciantes ambulantes.
Gracias a este esfuerzo pudieron educar a sus hijos y sacar adelante a su familia.