La aparición de nuevos videos donde se detalla lo ocurrido el 14 de noviembre cuando efectivos del Gope dieron muerte a Camilo Catrillanca en Ercilla, Región de La Araucanía, terminó por gatillar la renuncia del general, Hermes Soto, al alto mando de Carabineros.
Se convierte así en el director más breve en la historia de la policía uniformada desde 1932, según señalaron medios capitalinos. Pese a que el Gobierno lo respaldó en un inicio, la investigación y el surgimiento de nuevas aristas cambió el escenario poco a poco.
Alimentado por la información que le entregaban sus subalternos, Soto fue cambiando la versión de los hechos. Primero dijo que no había registro de lo ocurrido y “luego reconoció, tras viajar a Temuco por petición del Gobierno, dijo que sí había, pero que la tarjeta de memoria había sido destruida. Paralelamente a su visita en La Araucanía, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) dio a conocer la declaración del menor que acompañaba a Catrillanca, quien señaló que al menos uno de los uniformados portaba una cámara durante el operativo. Ayer se confirmó que, en definitiva, siempre hubo imágenes de lo ocurrido. Además de lo anterior, se registraron denuncias por supuestas órdenes de oficiales para que los miembros del Gope mintieran en sus declaraciones”, consignó Emol.
Este salpicó al mismo Gobierno, con peticiones de interpelación al Ministro del interior y la salid del Intendente de la Araucanía, Luis Mayol.
Según Emol, “el año se cierra de la peor forma para Carabineros, con tres causas abiertas de alta conmoción pública, como son la malversación de fondos públicos, la fallida Operación Huracán y el caso Catrillanca. En menos de 365 días, la institución ha tenido tres generales directores: Villalobos, Soto y Julio Pineda, este último en calidad de subrogante”.