En Ñuble, 655 personas aquejadas por el Parkinson se atienden en los centros de salud públicos. Esta enfermedad crónica y progresiva suele iniciarse entre los 50 y 60 años y va degenerando de manera paulatina las capacidades físicas y mentales de quienes la padecen.
En el marco del Día Mundial de esta patología, profesionales del Servicio de Salud Ñuble hicieron un llamado a informarse para ser capaces de detectar a tiempo los síntomas, algo fundamental para tomar acciones que aminoren la repercusión en la calidad de vida de quienes tendrán que aprender a convivir con ella.
Al respecto, el director de la institución, Iván Paul Espinoza, explicó que “al no existir causa conocida, es vital realizar un diagnóstico temprano para controlar y disminuir la sintomatología, por ello, ante cualquier indicio que puede ir desde la dificultad para mover una extremidad, alteraciones en la ejecución de movimientos, lentitud al caminar, temblor de manos y anomalías en el estado de ánimo, es importante consultar en su centro de salud, sobre todo si se trata de personas mayores de 50 años y con antecedentes familiares de la enfermedad”.
El Parkinson es una de las 80 patologías cubiertas por el Sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), lo que se traduce en tiempos de espera acotados y protección financiera, de manera que quienes cuenten con la confirmación del diagnóstico, pueden acceder al tratamiento dentro de 20 días. Por su parte, la atención de un especialista tarda 60 días a partir de la derivación.
La mayor parte de los pacientes de Parkinson se encuentran en situación de doble vulnerabilidad: vejez y discapacidad, por ello es primordial el apoyo y comprensión de las familias. “Sabemos que esta enfermedad no sólo afecta a quien la padece sino a aquellos que le rodean, ya que implica una serie de trastornos psico-emocionales, económicos y sociales que deben ser conocidos y asumidos por el usuario y por su entorno más cercano”, expresó Paul.
Por otra parte, para la Nutricionista, Ximena Osorio, Encargada del Programa Vida Sana, como en la mayor parte de las enfermedades, la clave de la prevención está en mantener un estilo de vida saludable con una dieta rica en antioxidantes, frutas y verduras, y además practicar actividad física. Este conjunto de elementos pueden retrasar o prevenir la aparición de Parkinson, ya que este padecimiento está relacionado con el estrés oxidativo de las neuronas.