En una jornada histórica para la comunidad de Yungay, se concretó la ceremonia de la primera piedra del nuevo edificio del Liceo A-17, hito que marca el inicio de la reposición definitiva de un establecimiento que sufrió graves daños estructurales durante el terremoto de 2010, obligando a la comunidad escolar a funcionar en condiciones de emergencia por más de una década. La obra, ampliamente anhelada por la comunidad educativa y sus familias, se concreta tras años de espera y gestiones administrativas por el Gobierno Regional de Ñuble en un trabajo coordinado con la Municipalidad de Yungay.
El proyecto se materializa gracias a un financiamiento conjunto y colaborativo de más de $16 mil millones entre el Gobierno Regional y la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), permitiendo así ejecutar una construcción de alto estándar que responde a las necesidades actuales de estudiantes y docentes.
Al respecto, el Gobernador Regional, Óscar Crisóstomo, mencionó que esta construcción »se enmarca dentro de la Agenda Ñuble 250, con el objetivo de entregar el establecimiento en 2028, año en que se conmemoran los 250 años del natalicio de Bernardo O’Higgins y el décimo aniversario de la región. Una obra que no es sólo infraestructura, sino un símbolo de oportunidades y futuro, ya que con esto se está cumpliendo el compromiso de brindar a estudiantes, profesores y asistentes de la educación las mejores condiciones de seguridad y dignidad para el desarrollo pedagógico», precisó la máxima autoridad regional.
Asimismo, el alcalde de Yungay, Rafael Cifuentes, expresó su satisfacción por el hito alcanzado tras años de perseverancia. «Se dice que no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, y aquí estamos; la verdad que fue un trabajo arduo, grande, con hartos sacrificios y trabajo, donde recurrimos y golpeamos todas las puertas que eran necesarias para llegar a lo que hoy día estamos viviendo».
Por su parte, Francisco Pinochet, Jefe de la División de Municipalidades de la Subdere, valoró la inversión estatal en la zona, y comentó en su discurso que «este es un lugar histórico, emblemático; es el espacio donde los niños pueden soñar con un futuro mejor, pueden formarse y también adquirir herramientas para enfrentar un mundo cada vez más complejo. Esa resiliencia de la comunidad educativa creo que es digna de poder destacar».
Impacto en la comunidad educativa
Desde la perspectiva de quienes habitan las aulas, Valerie Cofré Oñate, profesora con más de 36 años de servicio en el liceo, compartió el sentir del cuerpo docente y estudiantil: «Hoy, después de 15 años de esfuerzo, perseverancia y trabajo colectivo, vemos ese anhelo empezar a hacerse realidad; lo que hoy comenzamos a edificar será su casa, su espacio de encuentro, el lugar donde surgirán nuevos proyectos, amistades, certezas y sueños para que puedan acceder a ambientes formativos más adecuados».
El nuevo edificio contará con una superficie de 6.143 metros cuadrados distribuidos en tres niveles, albergando 21 salas de clases, laboratorios y talleres especializados para el programa técnico profesional. La infraestructura, que incluye patios abiertos y cubiertos diseñados para el clima local, tiene proyectada su finalización para fines del año 2027, consolidándose como uno de los legados más importantes para las futuras generaciones de Yungay.
