La autoridad sanitaria confirmó la muerte de un niño de 7 años que ingresó ayer grave a la unidad de emergencia del Hospital de Chillán con un shock severo refractario provocado por Streptococcus Pyogenes.
De acuerdo a un comunicado emitido a primera hora por el recinto de salud “esta bacteria causa un amplio espectro de infecciones que pueden ir desde enfermedades leves como faringoamigdalitis e infecciones cutáneas, hasta evolucionar en raras ocasiones a un cuadro que puede ser mortal. La subdirección médica del hospital agregó «que se realizará una auditoría médica para recabar información del caso y del proceso de atención”.
Posteriormente desde la Seremi de Salud indicaron que durante la jornada de ayer, frente a la notificación de caso sospechoso de Meningitis, la Autoridad Sanitaria de la región realizó la investigación epidemiológica correspondiente para determinar los contactos, a los cuales finalmente no se les administró quimioprofilaxis, medicamento antibiótico que se utiliza exclusivamente en casos de microorganismo Gramm Negativo para prevenir el contagio de Neisseria Meningitidis, esto es debido a que el pre informe entregado a las 19:30 horas del día de ayer por parte del Hospital Clínico Herminda Martín, confirmaba que se trataba de un agente Gramm Positivo. Lo anterior se encuentra respaldado por la normativa vigente del Ministerio de Salud”.
Los Streptococcus Pyogenes o Estreptococos del Grupo A (EGA), son bacterias grampositivas que causan un amplio espectro de infecciones; de manera más frecuente, el EGA produce enfermedades leves como Amigdalitis y Faringitis, siendo comunes en brotes escolares, y que generalmente no se asocian con infecciones invasivas graves. Aproximadamente, un tercio de estas infecciones invasivas se complican con el síndrome del Choque Tóxico Estreptocócico. En conclusión, la EGA puede llevar a complicaciones mortales y, a enfermedades inmunomediadas con secuelas crónicas.
La Seremi de Salud, Ximena Salinas, reiteró que “es necesario adoptar medidas preventivas para el manejo y control de la propagación de esta enfermedad, tales como, el consumo seguro de alimentos, mantener esquema de vacunación y campañas al día, lavado frecuente de manos con abundante agua y jabón, usar mascarilla frente a síntomas respiratorios, ventilar espacios cerrados, mantener buen aseo bucal, evitar exposición al humo del tabaco, evitar concurrir a lugares con aglomeración de personas, limpiar superficies, no intercambiar saliva a través de chupetes, mamaderas u otros utensilios y cubrirse boca y nariz con el antebrazo al estornudar”.