El Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Riego (CNR) consideró las recomendaciones emanadas del Comité Interministerial para la Transición Hídrica Justa (CITHJ) -compuesto por los ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas, Agricultura; Ciencias, tecnología, conocimiento e innovación; Minería y Energía- para la construcción del Embalse Nueva La Punilla, en la región de Ñuble. El acuerdo considera estudiar una reducción de la superficie de inundación, y mandata al Ministerio de Obras Públicas (MOP) para que reevalúe el proyecto e informe al Consejo sobre eventuales cambios en tiempos, procesos y financiamiento.
El proyecto “Nueva La Punilla” es un embalse que busca principalmente abordar las necesidades de seguridad de riego, priorizar las reservas de agua para consumo humano y posibilitar el potencial uso en generación hidroeléctrica para contribuir a la descarbonización de la región de Ñuble.
En junio de 2022, el CITHJ convocó a una mesa técnica para buscar una alternativa distinta al proyecto que se encontraba en la Dirección de Concesiones (DGC) del MOP, con el fin de reducir, relocalizar o cambiar la estructura del proyecto para reducir los impactos ambientales y mejorar los beneficios sociales. En esa dirección, en un trabajo conjunto entre los ministerios, se concordó la necesidad de reducir entre un 25% y un 30% el tamaño de la superficie de inundación, teniendo en consideración los caudales estimados en un contexto de cambio climático.
Se estableció también que el proyecto deberá priorizar el consumo humano, de acuerdo con la actualización del Código de Aguas, y el riego para las y los pequeños agricultores de la cuenca, incluyendo a agricultores de la comuna de San Fabián de Alico.
También se propone fortalecer importantes compromisos ambientales para la preservación de especies vegetales como el Lleuque, el establecimiento de un área de protección de especies en estado de conservación, que debe considerar especialmente los hábitos de desplazamiento del huemul, entre otros.
El análisis de la obra incluyó la incorporación de las proyecciones de cambio climático en la cuenca, lo que permitió corroborar que el embalse con los ajustes proyectados es capaz de proveer de seguridad de riego a la agricultura existente en el territorio, algo que, en la actualidad —es decir sin el embalse— no es posible de suministrar.
La decisión de hoy cierra una primera etapa de trabajo, que ahora continúa con las adecuaciones necesarias al anteproyecto por parte de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas.
Como gobierno, estamos comprometidos con un desarrollo sustentable, que concilie el progreso económico del país con el necesario resguardo del medioambiente. Seguiremos avanzando con ese horizonte.
