El sector de la construcción siempre ha sido considerado por su aporte al producto interno bruto nacional y por la gran cantidad de mano de obra que requiere para operar.
Actualmente en el país las condiciones son más que favorables para este sector, ya que la economía Chilena crece alrededor de un 4%.
Además, nuevas maquinarias y nuevos materiales se adaptan a las obras de construcción. Paralelamente a este escenario el país ha suscrito diversos acuerdos internacionales en materia de sustentabilidad (reunión sobre medio ambiente humano en Estocolmo, cumbre sobre medio ambiente en Río de Janeiro, cumbre de desarrollo sostenible en Johannesburgo, etc.) para principalmente disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, dióxido de carbono, temperatura global, creando institucionalidad en medio ambiente para supervigilar el medio natural y humano en el que nos desenvolvemos diariamente, donde el sector construcción es de especial interés debido a su demanda energética y su consumo de recursos.
La comunidad nacional y mundial desea vivir en ambientes libres de contaminación de toda índole, no sólo contaminantes que deben estar dentro de ciertos parámetros fijados por algún decreto supremo, presentándose una fuerte demanda social por la utilización de energías renovables no convencionales, tanto a nivel domiciliario como a nivel de matriz energética nacional (la cual sigue siendo eminentemente térmica).
También la entrada de nuevos consumidores al mercado (Chilenos entre 20 y 35 años) y extranjeros, conlleva que la demanda por soluciones convencionales (casas de albañilería, colectores de aguas lluvia de hormigón, cubiertas de zinc, calzadas de hormigón convencional) vaya cambiando, provocando una fuerte presión sobre el sector de construcción para actualizarse y satisfacer nuevas demandas que antes no existían.
Felizmente esto es una oportunidad para que nuevos profesionales de la construcción se vayan especializando en diversas ramas como las energías renovables (solar, eólica, geotérmica, biomasa), obras de drenaje urbano sostenibles (techos verdes, colectores naturalizados, pavimentos permeables), estudio del desempeño energético de las edificaciones, ingenieros de software (BIM), creándose nuevos puestos de trabajo para satisfacer estos nuevos requerimientos.
De estos nuevos profesionales se espera que comprendan limitado y sensible que son los recursos naturales (agua, suelo fértil, áridos) , la diversidad biótica (plantas, animales, flora, macro y micro invertebrados), cuidando su conservación, sin descuidar las demandas urbanas por drenaje, confort térmico, calzadas, plazas.
Con ello se contribuye a proteger nuestro patrimonio natural e histórico y a mejorar la calidad de vida de las personas que viven en las ciudades. Lo anterior es una invitación a los jóvenes a participar en nuestro sector y a abordar los nuevos desafíos mundiales y a los que ya nos encontramos en él, a actualizarnos continuamente para hacer de nuestras ciudades, lugares amigables con el entorno y no comprometiendo las necesidades de las generaciones que están por venir.
Nuestras carreras de Ingeniería en Construcción y Construcción Civil, planes de estudios de 5 y 4 años respectivamente, tienen por objetivo entregar las competencias necesarias a nuestros estudiantes para poder enfrentar estos desafíos.




