Estamos lejos de Reino Unido y culturalmente no tenemos ninguna cercanía con la realeza. ¿Es necesaria tanta fiebre televisiva local para un evento que no es significativo para nuestro diario vivir o los problemas locales que nos aquejan?.
Esa es la pregunta que se hacía una persona por redes sociales esta mañana de sábado, mientras TVN, Canal 13, Mega y CHV transmitían minuto a minuto la boda real entre el príncipe Harry y la actriz estadounidense Meghan Markle, en un enlace que dio un barniz de glamour de Hollywood a la milenaria monarquía británica.
Los canales emitieron desde la noche de viernes programas especiales y ya desde esta madrugada informaban con pomposidad los entretelones desde en la capilla St. George del Castillo de Windsor.
Alguien podría señalar que interesa cómo esta pareja real desafía los canones del tradicionalismo inglés imponiendo su amor o como explica la agencia Reuters: “Para algunos británicos, la boda de un miembro de la familia real con una divorciada cuya madre es afroamericana y su padre es blanco encarna un país moderno en el que la raza o los antecedentes no son obstáculo, incluso en las instituciones más elitistas y tradicionales”.
Pero más allá de eso es importante al menos preguntarse por qué tanta “fiebre” televisiva local.
Desde Reino Unido, algunos analistas internacionales sostienen que se trata de un evento irrelevante o una distracción del cisma del Brexit, que ha dividido profundamente al Reino Unido.


