El deceso fue confirmado por los hijos del físico británico, Lucy, Robert y Tim, al medio de comunicación BBC: «Estamos profundamente tristes de que nuestro amado padre haya fallecido hoy». «Fue un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado perdurarán por muchos años».
Hawking, quien estaba internado en un centro médico debido a su delicada salud, falleció a los 76 años en su casa de Cambridge.
El prestigioso físico y divulgador se hizo conocido a nivel mundial por la brillantez de sus teorías correspondientes a los agujeros negros y el origen del universo.
Gracias al uso de la teoría cuántica y la de la relatividad general, el físico británico teorizó que los agujeros negros pueden emitir radiación. Además, en 1973, descubrió que los agujeros negros podrían filtrar energía y partículas al espacio e incluso explotar
El inmenso talento que plasmó en un invaluable aporte a la humanidad no estuvo limitado por la enfermedad degenerativa que lo afectó desde los 21 años. La Esclerosis Lateral Amiotrófica deterioró su sistema nervioso de manera progresiva hasta terminar en una silla de ruedas cibernética que se convirtió en su voz, cuerpo y emblema.
“Traté de llevar una vida lo más normal posible, y no pensar en mi enfermedad o lamentar las cosas que me impide hacer, que no son tantas”, escribió una vez.
Siendo uno de los sucesores de Sir Isaac Newton como profesor de Matemáticas en Cambridge, la mente preclara de Hawking fue reconocida desde sus años como estudiante en la universidad británica Oxford, donde compañeros reconocieron que desde 1962 eran conscientes de que el científico desarrollaría una carrera casi sin precedentes en el área.
Durante años, Hawking estuvo involucrado en la búsqueda de una teoría unificada, “la teoría del todo”, lo cual permitiría a la humanidad incluso conocer la mente de Dios.
Neil Degrasse, astrofísico estadounidense, se refirió al triste suceso: “su muerte ha dejado un vacío intelectual. Pero no es un vacío. Pensemos en eso como una especie de energía de vacío que impregna el tejido del espacio-tiempo que no se puede medir”.