BBC Mundo registró la peligrosa tarea que el Batallón de Ingenieros n.6 «Azapa» lleva a cabo al norte de nuestro país, a 4.000 metros de altura.
Fue en los años 70, cuando Pinochet ordenó la colocación de minas antipersona en las fronteras de Chile con Argentina, Perú y Bolivia, en la región de Arica y Parinacota, para hacer frente a una supuesta invasión que nunca llegó a ocurrir.
Como recoge el medio británico, en la época fueron sembrados más de 180.000 dispositivos antipersona y antitanques que se mantuvieron activos durante décadas y causaron 194 víctimas, entre mutilados y fallecidos.
El acuerdo de desarme suscrito por Chile en 2002 (Convención de Ottawa) prohíbe la adquisición, producción, almacenamiento y utilización de este tipo de armas, compromiso que el ejército chileno se ha encargado de cumplir destruyendo, a la fecha, más del 80% y comprometiéndose a eliminar para 2020 los 20.000 dispositivos que aún permanecen activos.